Origen e historia del aceite de oliva

Hoy en día tenemos el aceite de oliva muy implantado en nuestra gastronomía y cultura pero, ¿sabéis de dónde proviene?, ¿cuál es su origen? 

Si no lo sabéis, en este artículo lo vais a descubrir y si ya lo sabéis quedaros, seguro que aprendéis nuevas curiosidades. 



El origen del aceite de oliva y los inicios de su uso no están muy definidos y claros. Las primeras referencias a este producto y el cultivo de olivos se remontan al tiempo del antiguo Egipto o los pueblos que habitaban la zona mediterránea; Grecia, el Líbano… 

No está claro en qué momento exacto y qué pueblo fue el primero en cultivar los olivares y obtener el preciado oro líquido, pero estamos ante un producto con miles de años de historia y tradición en el entorno mediterráneo. 

 

Un dato interesante asociado a la cultura del olivo es el empleo de coronas hechas de ramas de olivo en las ceremonias de entrega de premios de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad celebrados en Grecia.  

Siguiendo en los Juegos Olímpicos, también se dice que algunos atletas se untaban en aceite de oliva antes de participar en las diversas pruebas deportivas. 

 

Con la creación y expansión del Imperio Romano fue cuando el aceite de oliva alcanzó un mayor esplendor en la Antigüedad, principalmente con la conquista de Hispania. La cultura romana mejoró las técnicas de obtención del aceite y valoró mucho este producto, usándolo de forma habitual, especialmente en la zona de la Andalucía actual y trasladándolo a otros puntos del Imperio. 

 

Posteriormente (damos un salto en el tiempo), el aceite de oliva pasó a ser controlado por las entidades religiosas de la Edad Media y su uso se extendió a la medicina y la liturgia. 

 

Más adelante en el tiempo, la revolución Industrial permitió mejorar las técnicas de obtención y producción de este oro líquido. 

 

Y finalizamos este viaje por la historia y el tiempo para llegar hasta nuestros días, donde el aceite es un ingrediente esencial de la dieta mediterránea y tiene un valor gastronómico muy elevado tanto por sus propiedades como por su sabor.